Está comprobado científicamente que aprender un instrumento musical, a la edad que sea, y más aún en los niños favorece:
A tu inteligencia
A los pocos meses de comenzar a aprender como tocar un instrumento musical el cerebro comienza a modificarse y con esto a mejorar las habilidades del lenguaje, la memoria y la inteligencia espacial.
A la coordinación
Al ejecutar un instrumento musical se trabaja la coordinación corporal, ya en algunos instrumentos particulares como la batería de requiere que todas las extremidades realicen movimientos coordinados a distintos tiempos.
A nuevas formas de expresión
La música es una de las formas más bellas de expresar los sentimientos, y quienes pueden ejecutarla o crearla aumentan su sensibilidad artística encontrando un canal de expresión maravilloso.
A vencer miedos
Al aprender a tocar un instrumento conocerás a muchas personas. Al encontrarte con un par se refuerza la empatía y se pueden generar muchos proyectos interesantes en conjunto.
Son muchas los niños y personas adultas que pueden experimentar una especie de “pánico” al tener que hablar en público o pararse frente a muchas personas en un escenario; pero al tocar un instrumento, y cuanto más aprenda sobre el mismo, el ejecutante aumentará progresivamente su confianza.
A aumentar la creatividad
Si bien la música tiene su propio lenguaje y conocerlo y respetarlo te puede volver un gran intérprete, ésta como otras disciplinas tiene mucho de espontaneidad e improvisación; por lo que al comenzar a tocar y llevar el ritmo para el lado que se te ocurra estarás dando rienda suelta a tu imaginación y trabajando notablemente tu creatividad. Esto también te servirá para buscar nuevas soluciones a los dilemas cotidianos.
A reducir el stress
Como mencionamos más arriba, el escuchar música o tocar un instrumento nos pone más felices. Al tocar un instrumento estarás “tan metido” en eso que todo tu cuerpo y mente vibrarán en la misma frecuencia que tu música. Sólo basta observar la cara y actitud de la mayoría de los músicos cuando están tocando su instrumento, los que parecen gozar de ese momento como si no existiera nada más alrededor.
A mejorar la disciplina
Como con todas las cosas, la práctica hace al maestro; por lo que comprometerte a aprender a tocar un instrumento trabaja también tu constancia y disciplina; una buena habilidad que podrás transferir a cualquier otra actividad de tu vida como el trabajo o los estudios.
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